Parásitos externos: la garrapata

Las garrapatas aparecen regularmente en Europa occidental en nuestros animales de compañía. Las más comunes son la garrapata ovina (Ixodes ricinus) que no solo vive en los perros, gatos, ovejas y el ganado, sino también en el hombre, y es la que se observa más frecuentemente en Europa y el norte de África, y la garrapata marrón del perro (Rhipicephalus sanguineus). Ocasionalmente puede detectarse alguna garrapata americana del perro (Dermacentor reticulatus) introducida en un perro importado o después de un viaje por países calidos.
Las garrapatas se suelen encontrar al acecho de un hospedador escondidas en la vegetación. El dióxido de carbono, calor y movimiento producidos por los animales les sirven como estímulos para detectar posibles hospedadores.
Curiosamente, el hospedador casi nunca siente la picadura. Después de penetrar en la piel, la garrapata chupa sangre y a veces linfa. Tan pronto como se ha adherido, la garrapata penetra profundamente en el tejido del hospedador con sus piezas bucales y permanece adherida hasta haber engordado. La garrapata absorbe hasta cien veces su peso en sangre. Al final de la ingestión de sangre la garrapata inocula una secreción que a menudo contiene microorganismos patógenos que pueden transmitir enfermedades.
CICLO DE DESARROLLO DE LA GARRAPATA.
El desarrollo de la garrapata consiste en cuatro estadios, el huevo embrionado seguido de tres estadios activos, larva, ninfa y adulto. Los huevos eclosionan en larvas de seis patas que deben encontrar un hospedador. Si tienen éxito, se convierten entonces en ninfas de ocho patas, que de nuevo necesitan encontrar un hospedador para continuar con su desarrollo.
Finalmente la garrapata adulta necesita un nuevo hospedador para reproducirse y completar su ciclo vital. Después de chupar sangre del animal hospedador y ser fecundadas por el macho las hembras adultas saltan del animal y antes de morir pueden ponen hasta 3000 huevos en lugares escondidos como un agujero, grieta o bajo una piedra. Mueren inmediatamente después de desovar.
DIAGNÓSTICO DE LA INFESTACIÓN POR GARRAPATAS. Para detectar las garrapatas en el perro el examen debe ser completo, especialmente de las áreas preferidas por los ácaros, es decir, los lugares donde la piel es fina, como la base de las orejas, los párpados, el hocico, entre los dedos, axilas, ingles, el perineo. En el hombre la garrapata se sitúa principalmente en el abdomen, ingles, y axilas. Normalmente la garrapata pasa unas dos semanas en el hospedador pero a veces hasta seis, si profundiza en la piel se puede quedar en cavidades naturales durante años. La picadura no suele detectarse, lo primero que nota el hospedadote es picor, una reacción inflamatoria y linfangitis.
Si se encuentra una garrapata puede ser fácilmente eliminada por extracción mecánica, agarrando la garrapata tan cerca de la piel del animal como sea posible y tirando hacia arriba. Lo mejor es dejar que tu veterinario te muestre como hacerlo.
Sin embargo lo más recomendable es prevenir la infestación. Existen numerosos agentes antiparasitarios útiles contra las garrapatas, en forma de collares, sprays y soluciones spot-on. Consulte a su veterinario el mejor tratamiento en su caso.
LA PICADURA DE LA GARRAPATA. Una picadura de garrapata no solo causa una infección local con irritación e inflamación, también puede servir como puerta de entrada de serias infecciones transmitidas por las garrapatas, las cuales pueden tener un gran impacto en la salud de nuestra mascota. Debido a su vida "promiscua" sujetándose a casi cualquier hospedador, la garrapatas reúnen un gran numero de microorganismos infecciosos. Pocos parásitos son portadores de tantas enfermedades víricas y bacterianas como las garrapatas Las enfermedades mas importantes transmitidas por garrapatas son:
- Enfermedad de Lyme
- Babesiosis.
- Ehrlichiosis.
En alguna ocasión se producen reacciones alérgicas, en particular si la garrapata ha penetrado a un nivel cutáneo más profundo o después de extraer el ectoparásito.
ENFERMEDAD DE LYME Enfermedad de distribución mundial que se transmite por la picadura de garrapatas infectadas por la bacteria Borrelia burgdorferi. La característica clínica dominante en los perros es una artritis aguda recurrente con claudicación, a veces con anorexia y depresión, aunque la enfermedad se caracteriza por síntomas inespecíficos como fiebre, malestar y linfadenopatía. Los perros también pueden desarrollar enfermedades cardíacas, neurológicas o renales. La bacteria Borrelia burgdorferi se puede encontrar en el sistema nervioso central a las 12 horas de la infección sanguínea.
La enfermedad de Lyme también puede afectar al hombre y el primer síntoma es un sarpullido rojizo en el sitio de la picadura en forma anular (erythema migrans), que desaparece después de unas semanas.
BABESIOSIS. La babesiosis canina es una enfermedad de distribución mundial transmitida por garrapatas y provocada por un protozoo parásito intracelular del genero Babesia que ataca los glóbulos rojos. Afecta a animales domésticos y salvajes, además de a seres humanos. Los síntomas clínicos de la infección por babesia en animales y humanos son fiebre alta, anemia hemolítica, hemoglobinuria, ictericia y agrandamiento esplénico. La infección puede ser mortal y debe ser tratada inmediatamente. Aunque la anemia hemolítica es uno de los principales signos de la babesiosis, pueden también desarrollarse numerosas variaciones y complicaciones que afecten a varios órganos, como fallo renal agudo, alteraciones del sistema nerviosos central, coagulopatías, distres respiratorio agudo, hipotensión, pancreatitis y alteraciones electrolíticas.
Como ante cualquier enfermedad transmitida por garrapatas, controlar la exposición al vector es la mejor manera de prevenir la babesiosis. En regiones endémicas es importante realizar baños con productos acaricidas tópicos, soluciones en spot-on o spray para prevenir la infestación y los propietarios deben revisar a los perros diariamente para controlar la presencia de garrapatas. Si se detectan, deben retirarse inmediatamente.
EHRLICHIOSIS. La ehrlichiosis tanto en animales como en humanos está causada por parásitos intracelulares del género Ehrlichia los cuales atacan a los glóbulos blancos del hospedador. La ehrlichia vive en las glándulas salivales de las garrapatas que han parasito anteriormente a un perro infectado. Los síntomas clínicos de la ehrlichiosis son extremadamente variados. La fase aguda suele cursar con un cuadro inespecífico de fiebre, pérdida de peso, apatía y anorexia, que en ocasiones se acompaña de otros síntomas muy variados (secreción oculonasal, edema, etc.), hemorragias, especialmente epistaxis, linfoadenomegalia, hepatomegalia, esplenomegalia, signos oculares y neurológicos. En fases crónicas graves pueden aparecer cuadros de insuficiencia renal, anemia, hemorragias y tendencia a infecciones secundarias. La infección conjunta por Ehrlichia y Babesia canis es relativamente común.
Si su mascota tiene o ha tenido recientemente parásitos externos no dude en consultarnos para tratar o prevenir este problema y sus consecuencias.