Anestesia y monitorización

ANESTESIA. Acto médico controlado en el que el paciente, inducido por diversos fármacos, entra en un estado de pérdida de la sensibilidad al dolor.
La anestesia general se caracteriza además de por producir analgesia por brindar hipnosis (el paciente no se entera de lo que está pasando), amnesia (una vez despierto no recuerda lo que ha pasado), relajación muscular y abolición de reflejos.
La anestesiología es la especialidad de la medicina dedicada al confort y cuidados especiales de los pacientes durante las intervenciones quirúrgicas y otros procesos que puedan resultar molestos o dolorosos (endoscopia, radiología intervensionista, etc.).
CONSIDERACIONES PREANESTÉSICAS.
En anestesia no existen fármacos seguros, ni protocolos seguros, ni técnicas seguras, ni recetas seguras, sólo existen anestesistas seguros.
Es importante a la hora de desarrollar un protocolo anestésico, darle un carácter individual. Todos los pacientes son distintos, con patologías distintas, con umbrales de dolor distintos, con reacciones distintas. Hay que pensar siempre en el protocolo que más se acople a nuestro paciente y a su patología.
Es importante valorar siempre el riesgo anestésico y diferenciarlo del riesgo quirúrgico. También es mejor utilizar lo que ya conocemos con seguridad y no experimentar con nuestros pacientes.
Debemos conocer con seguridad los efectos beneficiosos y perjudiciales de los fármacos que vamos a utilizar y pensar si le va bien a nuestro paciente y a la patología que tiene.
No debemos utilizar siempre lo mismo para cualquier paciente que vayamos a anestesiar.
Antes de administrar a un animal un anestésico general o local, es importante considerar los factores que pueden influir en el estado anestésico. Antes de inducir la anestesia, se debe valorar al paciente tanto física como fisiológicamente para evitar y/o predecir aquellos factores que puedan interferir en el éxito del procedimiento.
La razón principal de realizar un estudio preanestésico (o prequirúrgico) en todos aquellos animales que han de recibir drogas anestésicas, es determinar aquellos factores ocultos que podrían producir una complicación "inesperada". En muchas circunstancias debe evitarse un anestésico particular, si el animal padece una enfermedad o desorden metabólico que podría ser agravado por ciertos métodos anestésicos. Evitar un problema es siempre una previsión deseable, especialmente cuando tal problema podría producir la pérdida de una vida.
MONITORIZACIÓN. Monitorizar significa "vigilar" y fue junto a la abolición del dolor en cirugía lo que justificó la aparición del anestesista durante la cirugía y del intensivista en cuidados intensivos. Para cualquiera de estas especialidades, monitorizar es aplicar conjuntamente vigilancia clínica e instrumental que permitan detectar:
- Las alteraciones que puedan suponer un riesgo para la salud o vida de nuestro paciente.
- Los riesgos y resultados de tratamientos y procedimientos complejos.
- La profundidad anestésica del paciente (en cirugía) y calibrar la respuesta del paciente a la agresión para indicar cómo debe ir siendo graduada.
El clínico mezcla la compleja información obtenida por sus sentidos modulados por su experiencia y conocimientos con los datos obtenidos del monitor y todo ello lo integra en el medio donde trabaja.
Este proceso es indispensable para que los datos de un monitor sean útiles.
"El que no sabe lo que busca, no sabe lo que encuentra"
Esto sucede con una monitorización interpretada de forma rutinaria sin que intervenga el criterio clínico.
Con la monitorización instrumental pretendemos disminuir la mortalidad de nuestros pacientes y a pesar de que ésta ha disminuido mucho no hay una evidencia científica que demuestre que un determinado monitor haya disminuido la mortalidad.
La mayoría de los aparatos de monitorización son instrumentos creados a partir de los conocimientos y necesidades de la clínica, y son máquinas que traducen complejos fenómenos biológicos del organismo en señales que el clínico pueda interpretar de forma rápida y fácil, permitiendo establecer límites de normalidad para cada paciente y observar mediante los cambios en ella, los efectos del tratamiento.
Tras realizar una valoración inicial del paciente, la monitorización se basa en el seguimiento y en la reevaluación continua sobre su condición y sobre su respuesta al tratamiento y sobre el pronóstico y su evolución.
Una monitorización adecuada es aquella que permite adaptar el tratamiento a las necesidades y circunstancias del paciente y esto facilita la detección temprana de complicaciones y problemas permitiéndonos intervenir y corregir situaciones lo antes posible o antes de que estas situaciones se conviertan en graves o irreversibles.
CONCLUSIÓN. La monitorización de pacientes críticos proporciona la base para la evaluación de la progresión de la enfermedad y de su respuesta a nuestra intervención y al tratamiento.
Actualmente se han introducido unos equipos precisos y sensibles disponibles y aplicables a Veterinaria pero su uso no debe sustituir a los métodos básicos de monitorización.
En nuestro centro controlamos al paciente durante todo el transcurso de la anestesia; en todo momento tenemos constancia de distintos parámetros biológicos como son: frecuencias cardiaca y respiratoria, funcionamiento eléctrico del corazón, saturación de oxígeno, pulso arterial, temperatura, etc.